“Un hombre le escribe a su amada,
bella mujer hoy siempre ausente,
de alma ida y de cuerpo inerte,
pero en recuerdo a diario honrada.
Ese hombre escribe a su amada
invocando su figura en la mente.
Y así mil cosas éste lamente,
ella no regresa por más llamada.
El hombre piensa en su amada,
recuerda sus labios, sus ojos,
su cabello castaño en manojos,
y una sonrisa coqueta y alzada.
El hombre llora a su amada:
la extraña, le implora, le llama.
Pero la soledad es ahora la dama
del poeta que escribe a su amada.”
“A su amada”, de Salvador Pérez, 2017.
